En los últimos años se ha vuelto muy común escuchar términos como dog mom o cat mom. Para muchas personas es una forma de expresar el amor y la importancia que tienen sus mascotas en sus vidas. Pero detrás de esta tendencia hay debates sociales y psicológicos interesantes: ¿Qué implica asumirse como ‘mamá de mascota’? ¿Qué efectos tiene en la forma en que entendemos la familia, la maternidad y nuestras relaciones afectivas?
En el video puedes encontrar las respuestas a las preguntas que se plantean en este blog, de parte de nuestra invitada especial la Mtra. Blanca Pérez, quien es psicología clínica con maestría, también, en psicología clínica y tiene su especialidad en niños. Actualmente es doctoranda en el posgrado De Estudios Multidisciplinarios sobre el Trabajo en la UAQ , en donde esta realizando su investigación doctoral sobre mobbing un tipo de acoso laboral, esto desde una perspectiva de género,
“Por un lado, estos términos han tenido efectos positivos:
✔️ Generan un fuerte sentido de identidad y comunidad entre quienes amamos a nuestros bodoques.
✔️ Validan el cuidado y la responsabilidad hacia los animales. Nos tardamos mucho como humanidad, pero por fin ya volteamos a ver a estos hermosos seres.
✔️ Y ayudan a construir vínculos más fuertes entre personas y mascotas.
Pero también hay críticas:
⚠️ Algunas personas consideran con estos términos se trivializa la maternidad humana.
⚠️ Pueden reforzar la idea de que ser ‘madre’ es un rol indispensable, incluso en relación con los animales.
⚠️ Y en algunos casos, limitan la identidad de las personas a ser únicamente ‘mamás de perro o de gato’.”
⚠️Puede crear una fuerte dependencia hacia el bodoque en cuestión, llegando a casos de una fuerte depresión tras la perdida de este ser.
Así que vamos a profundizar en todos estos temas.
El uso de la palabra madre despierta reacciones encontradas. Para unas personas, es un término cariñoso que refleja cuidado y amor. Para otras, resulta incómodo porque consideran que ser madre está ligado únicamente a la maternidad biológica o adoptiva con humanos.
Aquí se abre una pregunta importante: ¿Qué nos dice esta incomodidad sobre los valores que tenemos como sociedad y sobre cómo entendemos los roles de género?”
Actualmente Un fenómeno cada vez más frecuente, ya sea para hacer videos o algo que hacemos en nuestra vida cotidiana, donde el perro ‘habla’ o imaginar lo que piensa el gato. Esto tiene efectos positivos, como fomentar la empatía y aliviar la soledad. Pero también puede generar proyecciones excesivas: tratarlos como si fueran humanos y no atender sus necesidades reales como animales.
Hoy en día, muchas personas no ven a sus perros o gatos solo como mascotas, sino como hijos o parte de la familia. Esto como todo trae beneficios, por ejemplo, se invierte más en su cuidado, salud y bienestar, y se desarrolla un sentido de protección hacia los animales. Pero también plantea riesgos: puede generar dilemas legales (por ejemplo en la separación de una pareja), puede crear tensiones sociales (como en este caso el conflicto por el término madre) y, en algunos casos, antropomorfismo excesivo, es decir, atribuirle excesivamente cualidades o rasgos humanos a un animal.
El apego a las mascotas suele ser muy positivo como apoyo emocional y compañía, puesto que ayudan a reducir ansiedad y depresión. Podemos tomar como ejemplo la compañía de las mascotas con las personas de la tercera edad, que en muchas ocasiones es un cambio sumamente significativo para mejorar el estado anímico de la persona. Sin embargo, cuando el apego se convierte en dependencia excesiva, puede traer dificultades como:
⚠️ Aislamiento social.
⚠️ Obstáculos en la autonomía de la persona.
⚠️ Un duelo muy intenso en caso de pérdida.
En el fondo, hablar de dog moms y cat moms no es solo hablar de animales. Es hablar de cómo entendemos la maternidad, la familia y las formas de cuidado en nuestra sociedad actual.
Las mascotas pueden convertirse en un espejo de nuestras necesidades emocionales, pero no siempre este es el caso, también pueden ser un reflejo de los cambios socioculturales en torno a los roles de género y la definición de familia.
Como en cualquier tema lo importante es generar una reflexión interna y hacer introspección constantemente, sobre todo para cuidarnos de no caer en una dependencia poco sana. Si quieres meditar al respecto, en la descripción te dejo un link que te va a llevar A una mini guía práctica mantener un vínculo sano con tu bodoque, Así como una serie de preguntas que te permitirán Una autorreflexión respecto a ¿Qué lugar ocupa mi mascota en mi vida?. Y por último, también te dejo una bibliografía con algunos textos que te pueden ayudar a tener más información al respecto. Ojala te sirvan.
Como Hemos visto, el fenómeno de las dog moms y cat moms va mucho más allá de una moda. Refleja nuevas formas de afecto, tensiones con lo social y desafíos en la forma en que nos relacionamos con los animales.
La pregunta queda abierta: ¿será que esta tendencia redefine la maternidad y la familia, o simplemente amplía el lenguaje del cariño hacia nuestras mascotas?
